Consejos para tener ordenada tu cocina
Si has entrado en este artículo seguro que es porque, como a nosotros, te gusta la cocina. En Santa Teresa tenemos claro que la buena alimentación es uno de los pilares fundamentales para llevar una vida sana. Desde nuestros orígenes nuestro objetivo ha sido siempre tu bienestar y el post de hoy quiere ayudarte precisamente a eso, a ser un poco más feliz.
A todos los que nos apasiona estar entre fogones, alguna vez nos ha sobrevenido esa sensación, a veces angustiosa, de no tener aprovechada la cocina. Bien por una alta actividad, falta de espacio o falta de tiempo, suele ocurrir que no contamos con el orden que nos gustaría. Eso conlleva, entre otras cosas, frustraciones, prisas y errores. Porque lo que es evidente es que, para disfrutar de una buena alimentación, hemos de dedicar tiempo y cariño a cada receta. A continuación, te vamos a dar algunas pautas para que tener todo ordenado en tu cocina no sea un problema.
Tipos de cocinas y principales problemas
Lo primero que te recomendamos es que identifiques las principales dificultades que tiene tu cocina o las que tienes tú, para poder enfrentarlas. Si no conocemos los problemas, no podremos poner solución alguna. Queremos que te respondas a las siguientes cuestiones:
- ¿Tienes el espacio suficiente para guardar todos tus alimentos, menaje, utensilios de cocina y aparatos eléctricos?
- ¿Dispones de algún orden de almacenamiento o queda al azar?
- ¿Dedicas el tiempo suficiente a recoger la cocina cuando terminas de trabajar en ella?
- ¿Guardas utensilios y aparatos que no has utilizado en los últimos meses?
Si te has identificado con alguna de ellas, no te preocupes, es muy habitual. Por ello vamos a ayudarte a resolver cada una de esas cuestiones.
Cómo generar espacio cuando no lo tenemos
Con la subida de los costes de la vivienda que hemos experimentado en las últimas décadas, es muy común que nuestras cocinas no sean tan grandes como nos gustaría. Además, si nos dejamos llevar por los estándares, lo cierto es que los muebles de cocina suelen ser bastante similares en cuestiones de almacenamiento y no suelen sacar todo el partido a las características de cada vivienda. Aquí van algunos tips que puedes utilizar para lograr tu objetivo:
- Aprovecha los espacios verticales: las repisas, baldas y estanterías nunca sobran en una cocina y nos pueden dar soporte sin ocupar el suelo.
- Laterales de muebles y electrodomésticos: en muchas ocasiones los olvidamos, pero son espacios que podemos utilizar, sin ir más lejos, con el consejo anterior.
- Mesas plegables: Tal vez puedas ganar algunos metros retirando la clásica encimera donde desayunas y sustituirla una mesa plegable que ocupa menos espacio y es igual de funcional.
- Apuesta por muebles minimalistas: no solo es un estilo que está de moda, sino que se aleja de las grandes piezas que ocupan más espacio visual que de almacenamiento.
Mantén ordenados todos los elementos de tu cocina
Aunque parezca evidente, el principal problema de no tener ordenada nuestra cocina es que no hemos establecido un orden. Una cosa es colocar los utensilios o alejarlos de la vista y otra muy distintas que tenga un sentido. Si lo definimos, será más fácil que se mantenga así en el tiempo. Para ello:
- Define cajones y armarios para cada tipo de elemento que quieras almacenar (textiles, cubiertos, sartenes…). Por supuesto, pueden compartir espacio, pero que tengan sentido.
- Utiliza sistemas de almacenaje específicos. Los especieros, tarros de cristal, cestas de mimbre o fruteros, no solo dotarán de un toque decorativo a tu cocina, sino que además te acostumbrarás a utilizarlos con sus respectivas funciones.
- Organizadores para muebles. Confeccionar un buen sistema de almacenaje en el interior de los armarios y la nevera es fundamental para que cada cosa tenga su sitio. Puedes utilizar cajoneras, separadores o cajas para generar espacios individualizados, que aíslen también los olores y ayuden a conservar los alimentos.
- Aprovecha los cajones más grandes. Por lo general las cocinas suelen contar con algún cajón de gran altura. Están destinados a las baterías de cocina, sartenes y demás. Es el mejor lugar para no perder espacio en otros muebles.
¿Cuánto tiempo dedicas a cocinar?
Decimos cocinar, porque en Santa Teresa entendemos que este proceso no termina cuando el plato es servido en la mesa; también continúa con la limpieza y el orden. Esto, sin duda, es una cuestión de mentalización que debería empezar por asumir que cuanto más cuidadosos seamos cocinando, menos tendremos que limpiar y más fácil será mantener el orden.
Para ello, en primer lugar te recomendamos que utilices solo los utensilios necesarios y no llenes las encimeras de cucharas, cuchillos, platos y vasos. En la mayoría de las ocasiones, con dos o tres herramientas podemos cocinar casi todo. Y por supuesto, limpia lo que ensucies. De este modo, cuando termines, solo tendrás que volver a colocarlo en su sitio. Por el contrario, si te dedicas a procrastinar, te encontrarás con una cocina por limpiar y ahí aparecerán las prisas y la pereza. ¿El resultado? Sí, has acertado, desorden.
¿Necesitas todo lo que guardas en la cocina?
Y para finalizar te planteamos un clásico. No podemos negar que vivimos en la sociedad el consumo y en muchas ocasiones nos encaprichamos de enseres o alimentos a los que apenas damos uso. Sí, es cierto, es necesario tener una pequeña despensa con alimentos de emergencia para esas veces en las que no nos da tiempo a hacer la compra. Pero hemos de diferenciar eso de guardar eternamente el melocotón en almíbar de la cesta de Navidad de hace dos años o esas sopas de sobre que jamás utilizaremos. Conserva solo los alimentos a los que vayas a consumir a corto o a medio plazo.
De igual medida tenemos que tratar al menaje y a los electrodomésticos. Son precisamente estos últimos los que más espacio ocupan. Repasa lo que tienes en los armarios y tal vez sea un buen momento de deshacerse de esa yogurtera que nunca llegaste a sacar de la caja.
Estos son solo algunos consejos, pero lo más importante es que logres definir tu propio orden y lo respetes. Porque esta es la clave: ser regular. De nada vale establecer un plan si no lo cumples. Te animamos a hacerlo, ya verás como notas los resultados.