Dulces tradicionales de San Valentín alrededor del mundo
Tal vez no lo sepas, pero la tradición de San Valentín es antiquísima, tanto que hemos de remontarnos hasta el Imperio Romano para conocer su origen. Se trata de un homenaje al obispo Valentín, que en el siglo III fue condenado a muerte por casar en secreto a enamorados, ya que se entendía que los soldados solteros eran más valerosos.
Su ejecución, como habrás adivinado, se realizó un 14 de febrero y desde entonces esa fecha se ha vinculado con el amor. Un sentimiento que nos encanta experimentar por las sensaciones que despierta y que va mucho más allá, porque el amor mueve el mundo y el ser humano necesita sentirse querido.
Por eso, este día te invitamos a que lo celebres con esas personas a las que quieres, no necesariamente tu pareja, también familiares o amigos. Porque hay muchos tipos de amor y una de las mejores formas de disfrutarlo es… compartiendo un dulce.
En el artículo de hoy del blog de Santa Teresa vamos a viajar por el mundo para descubrir algunos de los dulces más tradicionales del día de San Valentín. ¿Nos acompañas en este viaje?
Cupcakes Red Velvet en Estados Unidos
Comenzamos visitando uno de los países donde más se celebra este “día del amor”. Se trata de Estados Unidos, donde esta fecha supone todo un cambio en las rutinas de sus ciudadanos.
Hablando desde el punto de vista gastronómico son muchas las recetas que se preparan, pero hemos querido destacar un ejemplo perfecto de lo que es esta fiesta al otro lado del charco: los Cupcakes Red Velvet, inspirados en la famosa tarta neoyorkina y decorados con motivos amorosos, lo que los convierte en un regalo ideal.
Mokkapalat en Finlandia
Como señalábamos en la introducción, San Valentín no solo es un día para compartir con nuestra pareja. En Finlandia lo saben bien y es que, en realidad, el 14 de febrero celebran en su lugar el día de la amistad. Y para para ello es típico compartir el Mokkapalat, un bizcocho de chocolate, estilo brownie aunque más ligero, que se toma con café o té. Se caracteriza por sus acabados, ya que, gracias a la mantequilla, el azúcar glasé y algunos toppings, dan lugar a muy variadas versiones de este dulce.
Huevos de Pascua en Dinamarca
Un poquito más abajo, pero sin abandonar los países nórdicos llegamos a Dinamarca y encontramos una llamativa tradición para los enamorados. En este día realizan un curioso reto por el cual se envían mensajes sin remite (unos poemas llamados Gaekkebrev) con un fin: ganar un huevo de Pascua.
Si la persona que recibe el mensaje consigue adivinar quién lo ha escrito, recibirá ese regalo y, en caso contrario, será al revés o al menos tendrá esa deuda con el admirador, si el amor no es correspondido.
Lebkuchen en Alemania
Las Nürnberger Lebkuchen son uno de los tesoros gastronómicos de Alemania. Hablamos de galletas típicas del país germano y son también conocidas como “pan especiado”. Existen tantas variantes como habitantes tiene el país. Se reservan para fechas especiales como la Navidad, y otra, por supuesto es el 14 de febrero.
En estas fechas podemos encontrar en sus confiterías miles de estas galletas elaboradas formas de corazón y con mensajes grabados en ellas. Sin duda todo un símbolo para transmitir a otra persona lo que sentimos.
Yemas de Santa Teresa en España
Y para terminar este dulcísimo recorrido a través del mundo, no podríamos olvidarnos de nuestras auténticas Yemas de Santa Teresa.
Parafraseando al gran Lope de Vega, la Yema es todo un símbolo de amor y “quien las probó lo sabe”. Si tuviéramos que definir este sentimiento, a buen seguro se nos pasarían por nuestra mente palabras como sonrisa, abrazo, detalles, dulzura, calma, cariño o tranquilidad. Y todo eso lo encontramos en este producto que elaboran nuestros maestros yemeros desde hace casi dos siglos.
Una Yema representa toda nuestra historia concentrada en un pequeño bocado, del mismo modo que un beso es capaz de guardar cientos de pensamientos, sensaciones y palabras.
Por eso, nada mejor que sorprender a tu pareja, amigos o familiares con estos pequeños tesoros dorados y poner una Yema de Santa Teresa en su corazón.
Pero sea como sea, sí, díselo, envía ese mensaje, da ese abrazo, di sí a esa cita, pide perdón o da otra oportunidad a esa persona. Celebremos el amor, porque no solemos valorarlo y aunque se ha de trabajar cada día, el 14 es el momento perfecto para gritarlo a los cuatro vientos.
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