El origen de algunos productos típicos de Navidad.
La Navidad es una época para compartir con nuestros seres queridos y, sin duda, la gastronomía es el elemento conductor que lo permite en muchas ocasiones. Estamos en unas semanas donde las comidas, bien familiares, con amigos, pareja o de trabajo se repiten de forma habitual.
Pero, ¿te has preguntado alguna vez de dónde proceden algunas de las costumbres culinarias de esta época del año? Nos vienen acompañando desde que tenemos uso de razón, pero rara vez pensamos sobre los motivos que se esconden detrás de cada uno de esto bocados.
Por eso hoy en este nuevo artículo de Santa Teresa vamos a hablarte de algunos de los orígenes más curiosos algunos de ellos. ¿Nos acompañas?
¿De dónde procede el turrón?
Este dulce es tan antiguo que ni los propios historiadores se ponen de acuerdo en su procedencia. Pero existe un punto en común y es que en cualquiera de los casos las pesquisas nos llevan a la cuenca mediterránea.
A partir de ahí existen distintas posibilidades. Una que sí es segura es la del turrón blanco, que tiene nombre y sello español: Jijona, donde se conocía en valenciano como torrant, al ser una mezcla de frutos secos y miel tostada.
Esta ciudad alicantina se erige como cuna de esta versión, pero a buen seguro su inspiración vino de Mesopotamia, ya que es muy parecido al baklava, dulce típico de países como Grecia, Irán o Turquía. Fueron precisamente los árabes quienes lo trajeron a la península.
El motivo de por qué se convirtió en tradición navideña apunta a un hecho que nos resultará familiar: el precio. Eso, sumado a que los reyes lo consumían, hacía que se convirtiera en un plato de lujo, reservado para una ocasión tan especial como la Navidad.
La tradición de tomar Roscón de Reyes
En Santa Teresa nos encanta este dulce tan típico de la Navidad, pero su origen poco tiene que ver con nuestro queridos Reyes Magos. Se dice que proceden del siglo II, en una fiesta de origen romano conocida como Las Saturnales.
Se celebraban en honor a Saturno, el dios de la agricultura, entre el 17 y el 23 de diciembre y eran unos días de descanso, fiesta y regocijo, en los que se consumía un producto del que deriva el actual roscón.
Esta tradición fue rescatada por Felipe V quien empezó a incluir monedas de oro en su masa, siguiendo con la tradición de la corte francesa, y un haba, que decidiría quién tendría que pagar el producto.
Fue precisamente en Francia, durante la edad media, donde se acuñó el término Roscón de Reyes, pues quien encontraba la legumbre era nombrado rey de reyes durante unos días.
Hoy en día existen numerosas versiones de este dulce tan icónico de las navidades, pero la base sigue siendo la misma que la de hace siglos.
¿Por qué se incluyen las peladillas en algunas cestas de Navidad?
Las peladillas también tienen su origen en la Comunidad Valenciana, de hecho, existen poblaciones como las localidades de Casinos (Valencia) o Alcoy (Alicante), donde son toda una religión. Para conocer su origen hemos de remontarnos, de nuevo, a la época del Imperio Romano, donde eran un obsequio en bodas y otras celebraciones.
Algo que siempre se mantuvo así, pues incluso en la Edad Media estaban asociadas a los nobles e incluso se guardaban como piezas de cierto valor artístico.
La tradición ha llevado a que su obsequio se convierta en un gesto de distinción, y es por ello por lo que es común ver peladillas en las cestas de empresa o en las cenas habituales de esta época del año.
Origen de los polvorones y mantecados
Para finalizar vamos a hablar de otras de los iconos de las sobremesas navideñas. Los polvorones suenan a Andalucía, y más concretamente al municipio de Estepa, donde comenzaron a comercializarse en los inicios del siglo XX.
Pero sus orígenes están varios centenares de años antes, de forma más concreta en el siglo XVI, donde era habitual utilizar la manteca en la repostería. El motivo no era otro que la abundancia de ganado porcino gracias a los hábitats idóneos para la cría de este animal en la zona.
Todo apunta al convento de Santa Clara como el punto en el que comenzaron a hacerse dulces con esa base de manteca, a la que se añadía harina y azúcar. El hecho de que se consuman en Navidad radica en que antiguamente las matanzas, más habituales que ahora, se realizaban en los últimos meses del año. Momento perfecto para elaborar estos dulces con el excedente de manteca.
Santa Teresa: una tradición cada vez más presente en las Navidades
Para finalizar vamos a hablar de otras de los iconos de las sobremesas navideñas. Los polvorones suenan a Andalucía, y más concretamente al municipio de Estepa, donde comenzaron a comercializarse en los inicios del siglo XX.
Pero sus orígenes están varios centenares de años antes, de forma más concreta en el siglo XVI, donde era habitual utilizar la manteca en la repostería. El motivo no era otro que la abundancia de ganado porcino gracias a los hábitats idóneos para la cría de este animal en la zona.
Todo apunta al convento de Santa Clara como el punto en el que comenzaron a hacerse dulces con esa base de manteca, a la que se añadía harina y azúcar. El hecho de que se consuman en Navidad radica en que antiguamente las matanzas, más habituales que ahora, se realizaban en los últimos meses del año. Momento perfecto para elaborar estos dulces con el excedente de manteca.
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