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La fiesta del bollo de Avilés

La fiesta del bollo de Avilés

Hoy queremos compartir con vosotros una celebración muy especial que tiene lugar en la ciudad de Avilés, en Asturias, y que está muy relacionada con la Semana Santa: la Fiesta del Bollo. Este evento gastronómico tiene una larga tradición en la región y cada año, tras la Semana Santa, miles de personas se reúnen para disfrutar de un dulce muy especial.

Pero la Fiesta del Bollo no es solo una oportunidad para probar este delicioso manjar asturiano, sino que también es una ocasión para sumergirse en la cultura y tradiciones de la región.

En este artículo del blog de Santa Teresa, te contaremos todo lo que necesitas saber sobre este evento, desde su historia y origen hasta los detalles más interesantes y curiosidades sobre el mismo. ¿Te apetece conocerlo mejor? ¡Sigue leyendo!

La historia de la Fiesta del Bollo

La Fiesta del Bollo de Avilés es una celebración muy arraigada en la cultura asturiana y su origen se remonta al siglo XVIII, cuando los asturianos comenzaron a hacer las Américas. La primera edición tuvo lugar en 1893 y fue una manifestación de convivencia y participación popular que celebra la llegada de la primavera y el fin del ayuno pascual. La celebración se realiza al finalizar la Semana Santa y fue declarada Fiesta de Interés Turístico en el año 1972.

El componente gastronómico es esencial, ya que su denominación proviene del bollo asturiano, un bizcocho mantecado y escarchado en forma de trébol de cuatro hojas. El Domingo de Resurrección, los padrinos y madrinas obsequian a sus ahijados y ahijadas con un bollo mantecado que corresponde a la Palma recibida el Día de Ramos. El Bollo está elaborado con mantequilla, harina, huevo y azúcar, y es el protagonista indiscutible de este día.

¿En qué consiste la Fiesta del Bollo?

Sin duda se trata de una celebración que no deja indiferente a nadie, no solo por la posibilidad de probar este dulce, sino por todo lo que sucede a su alrededor.

Uno de los eventos más esperados son los desfiles en los que se pueden ver carrozas engalanadas, gigantes y cabezudos, bandas de música y grupos folklóricos. Las carrozas, diseñadas y construidas por distintas asociaciones ciudadanas, reflejan motivos alegóricos de la primavera o elementos representativos de la ciudad. Además, la fiesta se completa con actuaciones musicales diversas, como corales de habaneras, música celta y verbenas, que garantizan un ambiente festivo y animado para todos los asistentes.

Otro de los momentos más esperados de la Fiesta del Bollo es la multitudinaria comida al aire libre que se realiza el Lunes de Pascua. Las calles del casco histórico se llenan de mesas dispuestas en una hilera continua, en las que alrededor de doce mil personas comparten tertulia y comidas elaboradas en casa o encargadas en los restaurantes.

Además, los más jóvenes también disfrutan de su propia comida en los parques de la ciudad, tomando la hierba como mesa y asiento. En definitiva, la Fiesta del Bollo es una celebración en la que la gastronomía, la música y la diversión se unen para crear un ambiente único y especial que atrae a numerosos turistas cada año.

Receta del bollo o mantecado de Avilés

Desde Santa Teresa te invitamos a que realices un viaje a una tierra tan maravillosa como es Asturias, pero si no puedes, vamos a darte una receta básica para que puedas disfrutar de su tradicional dulce en casa.

Para ello necesitaremos 700 gramos de azúcar, huevos, mantequilla de buena calidad a temperatura ambiente, harina de repostería y una pizca de sal para la masa.

Primero se mezcla el azúcar con la mantequilla hasta formar una crema esponjosa, y luego se añaden los huevos uno a uno. La harina se agrega en tres tandas, mezclando cuidadosamente para darle esponjosidad a la masa.

Se divide la masa en tres moldes y se hornean a 170ºC durante 35 a 40 minutos. Finalmente, se prepara el glaseado con azúcar glas y zumo de limón y se decora con motivos de Pascua.

Para el glaseado, se mezcla el azúcar glas con el zumo de limón hasta formar una crema espesa y se aplica sobre los bizcochos una vez que estén fríos. Se dejan secar y se montan uno encima del otro para formar un castillete.

Como ya hemos comentado, su forma característica es la de un trébol de cuatro hojas y si quieres un resultado fiel a la realidad, un molde con esas características te ayudará a conseguir el resultado perfecto.